domingo, 23 de agosto de 2009

adversa

"Nadie me hablo del raciocinio, la calma, las maneras o la compostura, cuando corría llorando, desamparada, absorvida en un llanto amargo como el de una madre, que ha perdido a su hijo. Nadie me aviso de que esta historia, no tiene intermedios para poder ir al baño o echar una cabezada. El reflejo de nosotros y la tormenta de los pensamientos son inmunes a los corazones rosas. Enfrentarme a uno sólo de mis sentimientos es más difícil que un problema de álgebra escrito en arameo. Puedo correr hacia el otro lado, sin darme cuenta que lo hago sobre una esfera. Maldito tiempo. Ser o ser lo que no se quiere ser. "Evitar"y "esquivar", son calmantes en potencia. Ahora me dedico a no pensar, doy clases para eso, cuando lo que verdaderamente me gustaría es, dedicarme a escribir cartas de amor por encargo. Mi corazón se viste de negro. Mi corazón no late. Mi corazón esta muerto. Pero yo sigo viva, coleando sin sentido, sin nido, sin apenas oído, pero con ruido, mucho ruido. Encenderé un cigarro otra vez y contare las caladas, una vez me dijeron que cada cigarrillo consumía un día de nuestras vidas, por lo que, por esta regla de tres, voy restando latidos. Estoy segura de que si le contase mis penumbras a un psicólogo me diagnosticaría "sensibilidad asesina, vestida de black jack". La reencarnación debería poder comprarse por internet, elegir tu propia vida también".

No hay comentarios: